En el pasado (ya bastante remoto), la ilusión de los editores era ver al público pasar delante del puesto de diarios, detenerse ante una de las tantas revistas en exhibición, y luego de un momento de vacilación, comprarla.
El editor quería desentrañar el complejo mecanismo en el cerebro del lector por el cuál decidía comprar una, y no otra, revista semanal.
Después de miles de muestreos y «focus groups», hay algunas tapas que siguen vendiendo no importa lo que luego encontremos dentro de la revista.
Acá les muestro tres. 1) NIño. 2) Chica linda, y 3) Actualidad candente. Y les pregunto: ¿Cuál de ellas es la que ustedes comprarían sin dudar?
Y otra pregunta más, que parece ingenua: ¿Ustedes piensan que todavía las revistas se venden por la tapa?